Cambios en el sector eléctrico mexicano durante la pandemia COVID



La pandemia COVID modificó la forma de vivir, alterando la economía y sin duda, los patrones de consumo y generación de energía. Esto trajo consigo movilizaciones de organismos nacionales e internacionales, dejando en shock al mundo.

 

La pandemia, ha evidenciado la fragilidad de muchos sistemas, incluido el eléctrico, en cuyo caso en México se evidenciaron las fallas de la reforma energética del 2013 (en la cual se benefició a los generadores privados de energía), la fragilidad del sistema de transmisión y la dependencia del gas natural para generar electricidad (el cual depende del mercado de EE.UU.), que, como se percibió en el invierno de 2020, tiene precios volátiles. También, como se puede apreciar en los mercados eléctricos de Europa, la dependencia del gas natural repercute en los precios al consumidor de electricidad.

 

La Comisión Federal de Electricidad es importante en el análisis, ya que es la quinta empresa estatal más importante del mundo en cuanto a generación de electricidad. También, porque después de la reforma energética del 2013, perdió importancia en la generación, ya que mucha de la generación renovable intermitente paso a ser generada por empresas privadas. Ahora, en la pandemia COVID, la fragilidad de esta empresa y de los efectos de la reforma eléctrica son notorios, como se puede destacar en el contenido de este artículo.

 

Del mismo modo, México tiene una relación muy importante en asuntos bilaterales energéticos con EE.UU., ya que México exporta crudo e importa productos refinados de EE.UU. Adicionalmente, México es importador de gas natural de EE.UU., y por último, muchos de los energéticos empleados en México tienen como uso final la industria, la cual juega un papel muy importante en las maquilas de productos para el tratado de libre comercio TLCAN.

 

Durante la pandemia, existió un incremento de la capacidad instalada y generación de las energías renovables. Al mismo tiempo, también existió un incremento de la generación por parte de los productores privados. Esto, trajo una serie de eventos como la propuesta de una reforma eléctrica (o contrarreforma energética), en donde el Estado busca tener de nuevo más participación dentro de la generación eléctrica del país.

 

Cabe destacar que en diciembre del 2019 existieron afectaciones al patrón de generación, ya que existieron picos de generación no previstos de fuentes renovables, lo que produjo una serie de afectaciones al sistema eléctrico mexicano. Adicionalmente, a inicios de 2021, se registraron apagones como consecuencia de un déficit de generación, ocasionado por una tormenta invernal en Texas, lo que limitó el acceso del gas natural y su precio subió hasta un 5,000% (BBC News, 2021).

 

Asimismo, se debe de atender seriamente el problema de las pérdidas por distribución, ya que representan bastante porcentaje de la energía generada (15% para 2019 y 11% para el 2020). El gobierno tiene planes, pero es hora de cuestionar si vale la pena la transmisión de larga distancia, siendo México un país extenso (1,964,375 km2), o si vale la pena esfuerzos de mayor generación distribuida.

Adicionalmente, el problema de la generación con ciclo combinado representa un problema en cuanto a la seguridad y dependencia al importarse alrededor del 60% del gas natural que consume México y el 100% del gas importado es utilizado en la generación eléctrica.

 

La propuesta de la reforma eléctrica se basa en “volver a tener el control” por parte del Estado, debido a que el despacho estaba basado principalmente en un mercado eléctrico mayorista que beneficiaba a los privados, cuyas fuentes de energía son principalmente el ciclo combinado y las energías intermitentes, por lo que el control de la seguridad de generación o la confiabilidad del sistema estaba regulada por el mercado y no por las funciones de las distintas fuentes (carga base, carga pico, carga intermitente). En 2019 trajo problemas en el despacho y ocasiono apagones en el sistema eléctrico (Forbes, 2019; El Financiero, 2020). El Estado, también es el encargado de comprar el gas natural, por lo que el alza de los precios afecto bastante a la compañía federal de electricidad. Lo que propone la Secretaria de Energía es gestionar el despacho, permitiendo que la empresa estatal despache antes que las compañías privadas y evitar que la empresa del Estado tenga pérdidas monetarias, adicionalmente; ajustando los precios de los servicios para distribuir la energía, ya que estos como se puede ver en reflejado en las pérdidas tiene grandes consecuencias y necesita una renovación o reestructuración del funcionamiento.

 

En este período se redujo la generación por parte de energías con mayor emisión que las renovables como lo son el combustóleo, las plantas de carbón, pero no se suplió la función de energías carga base. Que en el caso de las energías renovables son intermitentes y México aún no cuenta con un sistema de almacenamiento para estas fuentes, con lo que los servicios para mantener la estabilidad del sistema eléctrico incrementaron.

 

Los patrones de generación no coinciden con la demanda, las regiones que más demandan como lo es por ejemplo la región central, no coincide con las regiones que más generan por lo que la cantidad de energía que se requiere transmitir es bastante, provocando que las pérdidas incrementen. Por lo tanto, si no se gestionan las pérdidas de otra manera, el incrementar energías renovables no tendrá un efecto notorio, ya que como se menciona antes; se pierde más energía por transmisión que la que se genera por fuentes intermitentes renovables. Con la reducción de la demanda también se redujeron las pérdidas (de 48 TWh en 2019 a 36 TWh en 2020), debido a la reducción de la saturación de los nodos.

 

Este tipo de eventos no normales hacen pensar si el sistema eléctrico debería de continuar operando de la misma forma. Quizá es tiempo de analizar pequeños proyectos de energía distribuida que coincida geográficamente con la demanda, en lugar de continuar con megaproyectos, en los cuales la generación y la demanda no coinciden y tienen que viajar enormes distancias para poder satisfacer los patrones económicos.

 

También es tiempo de repensar si es seguro en términos energéticos seguir importando 60% del gas natural de EE.UU., o tratar de sustituir este combustible para poder generar electricidad con otras fuentes, ya que como se menciona en párrafos arriba, los precios del gas natural son volátiles y hemos visto las consecuencias de esto en Europa y en Estados Unidos. Por lo que, este cisne negro permite evidenciar la fragilidad del Sistema Eléctrico Mexicano.

 

Esta serie de fenómenos que evidenciaron la fragilidad del sistema eléctrico también hacen pensar acerca de la generación de la energía eléctrica, ya que si bien, los privados han superado a la empresa del Estado, quizá sea tiempo de que esta empresa se reestructure, ya que también hemos visto que han existido problemas en diversos mercados eléctricos del mundo, como lo que está ocurriendo en Europa.

 

Conclusión

 

Existió una reducción en los patrones de demanda y de generación después de la pandemia. Estos patrones no solo cambiaron en cantidad, sino en la variedad del origen de las fuentes, incrementando la generación de las fuentes de origen renovable, que principalmente son fuentes privadas. Esto trajo consigo la propuesta de una reforma eléctrica, que fuese una contrarreforma a la reforma energética en la cual se benefició principalmente a los generadores privados.

 

Con la disminución de la demanda hubo una reducción de la generación y por último de pérdidas durante la pandemia. Esto hace pensar que la red de transmisión se satura cuando la demanda es mayor, por lo que para poder reducir las considerables perdidas (15%) se debería de actualizar la red de distribución o implementar más generación distribuida.

 

Por último, se propone un cambio en la matriz a otras fuentes energéticas que permita la disminución de la demanda de gas natural, ya que se tiene una alta dependencia de este (60%) lo cual ha incrementado la fragilidad del Sistema Eléctrico Nacional.